Tornado de Hoklahoma
MOORE, OKLAHOMA (CNN) — Presas del pánico, padres e hijos se buscaban a gritos en el estacionamiento de la escuela primaria Briarwood en Moore, Oklahoma. El tornado que había arrasado con su pueblo acababa de disiparse. El cielo aún estaba oscuro y caía una fina llovizna.
“¡Caleb! ¡Caleb!”, gritaba una mujer, mientras que otra, con el rostro ensangrentado, caminaba como zombi entre la multitud y tomaba de la mano a un niño.
Un hombre se acercó a un niño que estaba solo y que en ese momento rompía en llanto. El hombre lo rodeó con su brazo y ambos buscaron en el caótico estacionamiento, al parecer buscaban a los padres del niño. Una madre vio a su hijo sentado con su maestra en la banqueta, lo tomó de la mano, lo puso de pie y lo cubrió con un abrazo. Ella lloraba y reía y se cubría el rostro con las manos.
La maestra dijo: “¡Fue muy valiente!”.
Luego, la madre abrazó a la maestra. “Gracias”, sollozaba. “Gracias”.
Otro hombre que aparentemente era un maestro sostenía su brazo en alto y gritaba: “¡Niños de quinto año!”. Los padres y los hijos seguían vagando, desesperados y aterrados. Sin embargo, fue un esfuerzo valeroso: tratar de poner orden y ofrecer consuelo en donde no lo había.
La mañana del martes, los habitantes de Oklahoma están tratando de apoyarse unos a otros. Muchos están empezando a lidiar con la idea de que nunca volverán a ver a la persona que más amaban. De los 24 muertos por el tornado, al menos hay siete niños.
Los hogares que estaban en la trayectoria del tornado quedaron hechos añicos. Manzanas enteras quedaron devastadas e irreconocibles. Los autos volaron como si fueran juguetes y algunos yacen sobre grandes árboles que de repente quedaron reducidos a una horqueta nudosa. No hay electricidad ni agua.
El Sol proporcionó la ansiada luz y la verdadera magnitud de lo ocurrido empezó a mostrarse. Muchas personas en Moore están empezando a enfrentar el hecho de que perdieron fotografías y herencias familiares irremplazables. Muchos tal vez piensan en la batalla con la aseguradora que les espera o en los problemas de dinero que hasta la persona más preparada para un desastre natural tiene que enfrentar.
Una vigilia en una escuela devastada
El padre se sentó en un banco y lloraba mientras un bombero lo consolaba.
Esperaba noticias de su hijo, que cursaba el tercer año en la escuela primaria Plaza Towers en Moore.
El tornado redujo la escuela de su hijo a un montón de escombros. Siete niños murieron, señaló el vocero del departame
Los estudiantes que salieron dijeron que se habían aferrado a los muros mientras el tornado pasaba, según la filial de CNN, KFOR.
Una maestra dijo a la transmisora que cubrió con sus estudiantes en el baño. Todos salieron con vida.
Solo quedan en pie algunos muros. La gente corrió hacia el lugar, pero las autoridades los mantuvieron alejados mientras seguían buscando sobrevivientes.
Norma Bautista dijo a CNN que se apresuró hacia la escuela, encontró a sus hijos y sobrinos y se los llevó.
“No tengo palabras para describir lo que ocurrió, por qué ocurrió”, dijo. “¿Cómo explicamos esto a los niños?”
Su hijo, Julio, dijo que los maestros indicaron a los estudiantes que se acurrucaran y que cubrieran su cabeza.
Conforme la sombría búsqueda seguía en la escuela, en una casa cercana había buenas noticias. Los vecinos aplaudían mientras una mujer se reunía con su perro, que fue hallado en una casa.